"Trabajamos con el objetivo de crear reproductores de excelente calidad y desempeño en un ambiente agreste como el norte chaqueño, logrando una perfecta aclimatación, evolucionando y proyectándonos a lo largo del tiempo", Programa Genético "El Mirador".
Lo mencionado arriba es la premisa que se escucha en cada jornada a campo donde varios productores ganaderos, que fueron evolucionando para convertirse en cabañeros, se juntan para compartir experiencias y saberes.
Programa Genético El Mirador nuclea el esfuerzo diario de ocho cabañas, produciendo las tres razas de mayor difusión actualmente. Con genética Braford trabajan las Cabañas San Esteban, El Mirador y Don Sendo, Con Brangus el desarrollo lo hacen Cabañas Doña Flora, La Botica y Doña Olga, mientras que las Cabañas La Calandria y La Golondrina se especializan en genética Brahman.
"Combinamos tradición y pasión ganadera con modernas biotecnologías como la inseminación artificial a tiempo fijo y transferencia embrionaria. Trabajamos con el objetivo de crear reproductores de excelente calidad y desempeño en un ambiente agreste como el norte chaqueño, logrando una perfecta aclimatación, evolucionando y proyectándonos a lo largo del tiempo" sostiene el médico veterinario Miguel Pibernus.
Tiempos de crisis
En una entrevista realizada por Claudia Pinatti, para el programa "A Todo Campo" que se emite por Radio Mocoví, el profesional fue consultado como enfrentaron la actividad con tantos problemas climáticos y también comerciales con cambios en los costos por decisiones gubernamentales como por el ejemplo el "dólar soja" y "dólar agro".
"Venimos trabajando con una mirada productiva positivista, tratamos que el productor trate de capitalizar todo lo negativo que va sucediendo en la actividad, tratando de mejorar la eficiencia en todos los aspectos ligados con su empresa", explicó y remarcó que muchas cuestiones ligadas a la mejora de la eficiencia productiva no tienen un consto en dinero, sino que están ligadas a decisiones que se deben tomar, que por lo general son precedidas por una evaluación que se debe realizar sobre los recursos con que se dispone. "Hay que evaluar lo que se tiene en campos, nivel de receptividad y en función de eso armar un proyecto productivo que permita enfrentar situaciones extremas, como en este caso, la sequía".
Para quien ya tiene años en la actividad ganadera, también las situaciones extremas plantean desafíos que pueden terminar siendo positivos a largo plazo, "en este caso se tiene también que evaluar los animales que están en el campo para seleccionar perfectamente los animales productivos y poder sacar los que no lo hacen de manera correcta y que consumen forraje y agua, y así hacerse de un saldo económico positivo para invertir en mejorar lo que es productivo". Pibernus sostiene que hoy sostener una vaca improductiva es muy honeroso, mucho más que en otros tiempos y puede marcar notoriamente la diferencia entre crecer o decrecer en la actividad ganadera.
Genética
En situaciones críticas también juega la genética, "en los lotes que tenemos para nuestras vacas, también debemos analizar que no es lo mismo poner una vaca criolla que tener una con alta genética, porque esta última se va a preñar en una proporción más alta, va a generar un ternero de mayor calidad y mayor peso en menor tiempo, con el mismo forraje que me consumía la otra vaca, pero con la diferencia que la de alta genética que produce más kilos por hectárea y además, al momento del descarte, al venderla, tiene más peso, por lo tanto me genera más ingresos".
Con respecto a la incorporación de toros de alta genética, Pibenus sostiene que es lo más barato de las inversiones para un rodeo, "el toro representa el treinta por ciento o treinta y cinco por ciento, o al menos es lo que invertimos para darle servicio a ese porcentaje de las vacas, por lo tanto, que un toro equivalga el valor de diez vacas, no es caro, teniendo en cuenta el aporte genético que aportará al rodeo, además brindará servicio por varios años", señalando la necesidad de brindarle los cuidades necesarios para lograr la mayor eficiencia.
Finalmente Pibernus insistió que ya no es posible ser tenedor de vacas, porque al no ser eficiente, la rentabilidad se achica o desaparece frente las otras actividades productivas y a las escalas de otros productores, por ende, insistió en la capacitación y al análisis constante de lo que se hace tranqueras adentro para para lograr ser eficientes.
Ver la Edición Abril 2023 de la Revista Agropecuaria Nuevo Siglo